Los precios del petróleo se movieron a la baja ayer debido a las altas temperaturas, que reducen la demanda de gasóleo para calefacción, pese a que una huelga en algunas refinerías europeas aumenta la preocupación de que la oferta de refino descienda. El West Texas, principal referencia de EEUU, descendió hasta los 59,15 dólares por barril, mientras que el Brent --referencia europea-- cayó hasta los 57,77 dólares. Los contratos de futuros estadounidenses han perdido más de 10 dólares desde los máximos de 70,85 dólares de agosto.

Muchos analistas consideran que la tendencia de las cotizaciones se mantiene al alza, aunque los precios se situarán a corto plazo en una horquilla estrecha. "Me parece que el mercado se va a estabilizar en los actuales márgenes hasta que la demanda se defina más claramente y las previsiones meteorológicas sean más significativas", dijo Mike Wittner, responsable de energía de Calyon. Tras las señales de que la demanda de gasolina ha bajado tras los altos precios de agosto, la atención se ha girado hacia el gasóleo de calefacción.