Un empleado de Wal-Mart en Valley Stream (Long Island, EEUU) murió la madrugada de ayer cuando centenares de compradores, agolpados en las puertas del establecimiento en el día de máximas rebajas del año, se metieron en la tienda en brutal estampida. La policía y Wal-Mart confirmaron el incidente y no dieron datos sobre el fallecido, más allá de identificarlo como un empleado de 34 años.

Lo que habitualmente es una imagen definitoria de EEUU y su cultura del consumo ayer fue símbolo de la barbarie. Mientras los equipos de emergencia intentaban salvar la vida al empleado, la gente seguía corriendo por esos mismos pasillos para hacer compras. Solamente unos pocos pararon. La estampida dejó otros cuatro heridos, incluida una embarazada de 28 años que fue ingresada en un hospital.