Alternativas Agrícolas S.L. (Altagri), una empresa familiar de Ribera del Fresno (Badajoz) se ha convertido en el primer fabricante español de molinos de viento después de 19 años de trabajo en la fabricación y montaje de molinos de viento americanos multipala.

Estos molinos de viento son los que han poblado durante décadas los huertos y granjas de gran parte de España y que han servido que extraer el agua sin necesidad de otro motor ni gasóleo que el propio viento. En estos 19 años, la empresa de la familia Pizarro ha preparado cerca de 400 molinos de viento, de los que 100 los ha instalado en Extremadura, según publica la revista Caudal de Extremadura y recoge Europa Press.

Actualmente, la capacidad de producción de Altagri se sitúa en los 36 molinos anuales aunque preparan una nueva fábrica de mayor capacidad, que permitirá el galvanizado de los molinos y de otra serie de piezas, con una inversión cercana a los 500.000 euros. El corazón de los molinos de viento, el llamado multiplicador les llega desde hace años de una empresa de Chicago, en Estados Unidos, vía barco.

En esta empresa de Ribera del Fresno, en la que trabajan cinco personas, se encargan de la construcción y el montaje de las torres, varillaje y tuberías que necesita el molino de viento para extraer el agua, así como del transporte, instalación y servicio técnico del mismo en toda España e incluso en el extranjero, puesto que ya han enviado alguno de sus molinos a Cuba, Marruecos, Holanda o Francia y esperan hacerlo también al mercado inglés. Actualmente, cinco personas trabajan en la empresa.

Un molino de viento como los que salen de los talleres de Ribera del Fresno puede alcanzar los 300 metros de profundidad y extraer entre 500 y 7.000 litros de agua dependiendo del modelo.

CLIENTELA El gerente de la empresa, Juan Pizarro, destaca el cambio que se ha producido en los últimos años en el tipo de clientela, aunque los ganaderos sigan siendo muy importantes.

"Ahora también queremos llegar a otro tipo de clientes que podemos llamar de capricho, es decir, aquellos que lo quieren para adornar un chalet, una casa de campo o un hotel rural; ahora hemos instalado varios en pueblos de Madrid y en un hotel rural de Málaga propiedad de ingleses; también hemos reparado molinos de principios del 1900, alguno de ellos en Badajoz", explica el directivo.

La instalación, una vez que el cliente tiene preparada la base, es rápida y no supera las dos horas, mientras que los precios de los molinos oscilan, según el modelo y la profundidad a la que deba extraer el agua, entre los 3.600 y los 9.000 euros.

"Hasta ahora nadie nos había ayudado en todos estos años, siendo el primer fabricante español de molinos de aire; ahora, con la nueva fábrica parece que la administración sí nos ayudará, queremos galvanizar los productos para evitar su oxidación y convertirnos en un taller auxiliar para toda la comarca", explica Juan Pizarro.