La expectativa de que la economía alemana se encamina hacia una pronta recuperación quedó ayer reflejada en el indicador del instituto económico Ifo de Múnich que mide la confianza de los empresarios del país. La encuesta, que incluye la opinión de 7.000 directivos, ha recogido un inesperado ascenso durante el presente mes y ha superado el registro de 86,6 de abril, el más bajo desde diciembre del 2001.

Las bolsas europeas se movieron al alza con el nuevo dato, habitualmente el más observado por los analistas para identificar la tendencia de la economía de la Unión Europea (UE). En mayo fue de 87,6 cuando los expertos esperaban una lectura más baja. El indicador de confianza se calcula a partir de una base 100 desde que fue creado en 1995.

El producto interior bruto (PIB) de Alemania se contrajo en el primer trimestre del año, después de haberse estancado en el anterior como consecuencia de la guerra de Irak, el ascenso de los precios del petróleo y de la cotización del euro. La inversión industrial ha estado prácticamente paralizada por esa situación. La nueva situación creada a partir de la finalización del conflicto y el descenso de los precios energéticos ha abierto nuevas expectativas entre el empresariado alemán.

"Hemos apreciado algunas señales de mejoría en el negocio, aunque aún es muy difícil establecer previsiones para el conjunto del año", comentó Werner Marnette, responsable de Norddeutsche Affinerie, primer productor de cobre europeo, proveedor del metal con el que se acuñan las monedas de euro.

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Según el director del instituto Ifo, Gernot Nerb, "tras la guerra de Irak han mejorado rápidamente las perspectivas". Nerb añadió que los empresarios alemanes consideran que la situación económica será mucho mejor en los próximos seis meses. Por su parte, fuentes de la cancillería de Schröder señalaron que no se reconocen señales de caídas de precios. "La deflación no es un tema actual", dijo un alto funcionario.