El Círculo de Empresarios, uno de los más antiguos lobis patronales de tendencia conservadora, acusó ayer al Gobierno de "escudarse" en el diálogo social para no afrontar la reforma laboral que necesita España. El presidente del círculo, Manuel Azpilicueta, advirtió al Ejecutivo de que esta falta de reformas "la acabará pagando la economía y el empleo de nosotros o de nuestros hijos".

Según Fernando Eguidazu, responsable del estudio Una reforma laboral para seguir creando empleo, presentado ayer por el Círculo de Empresarios, el Gobierno no puede "delegar" sus responsabilidades en los agentes sociales, porque "no están titulados para gobernar el país". A su juicio, el Ejecutivo debe tomar medidas, "aunque sean impopulares", porque "lo lleva en su sueldo".

MODELO UNICO

En vez de tres modalidades de indemnización por despido objetivo (con 45, 33 y 20 días por año trabajado), el documento sugiere que el Gobierno establezca un solo modelo con 20 días de indemnización por año, sin perjuicio de los derechos acumulados que ya han generado los trabajadores fijos. También pide simplificar las figuras contractuales y crear otras que tengan en cuenta nuevas situaciones de temporalidad.

El estudio considera "excesivas" las prestaciones por desempleo y la duración del seguro de paro, ya que impiden la reincorporación al mercado laboral.

Según el círculo, las bonificaciones a la contratación indefinida producen un efecto "ganga" porque "la colocación se hubiera producido igualmente sin despilfarro de recursos públicos". En consecuencia, pide que se concedan también ayudas a la contratación temporal.

El estudio considera que el diálogo social es una forma positiva de abordar una reforma del mercado de trabajo, pero apostilla que, cuando no se alcanzan acuerdos, es el Gobierno el que debe actuar. Azpilicueta dijo que no tiene esperanzas de que el Gobierno tenga en cuenta sus recomendaciones, y se quejó de que el Consejo de Ministros diera marcha atrás en el "decretazo de reforma del desempleo".

El secretario de Empleo y Seguridad de IU, Javier Alcázar, aseguró ayer que estas propuestas son "una auténtica provocación" para los trabajadores.