Una de las principales consecuencias de la reforma laboral, la inaplicación de las condiciones laborales pactadas en los convenios colectivos, es la devaluación salarial. El recorte de las retribuciones de los trabajadores en los últimos años ha llegado por varias vías, una de las más importantes (otra es la precariedad de los nuevos contratos y la doble escala salarial que estan introduciendo) es la congelación salarial o la inaplicación de subidas ya pactadas en convenios que han quedado en suspenso hasta que las empresas mejoren su situación económica. En los siete primeros meses de este año el 89,9% de las inaplicaciones de los convenios se ha debido al descuelgue por la cuantía salarial pactada en el convenio o al conjunto del sistema de retribuciones de la empresas o del sector. La mayoría de las empresas afectadas (71,5%) se concentran en el sector servicios y son pymes, de entre uno y 49 trabajadores.

La jornada laboral media pactada es de 1.756,9 horas al año por trabajador, aunque es más elevada en el ámbito superior a la empresa en 45,3 horas anuales.

Entre enero y julio del 2016 se han presentado ante las autoridades laborales un total de 903 inaplicaciones de convenios que afectan a 21.460 trabajadores, según la estadística del Ministerio de Empleo. La gran mayoría de ellas (91,5%) han sido por acuerdo entre la empresa y la representación de los trabajadores, lo que ha reducido el nivel de conflictividad laboral, y se ha concentrado (97,7%) en convenios de ámbito superior a la empresas, sea territorial o sectorial.

SUBIDA INFERIOR AL PACTO

En este periodo de tiempo se tiene constancia de 2.331 convenios con efectos económicos que implican a 683.347 empresas y 5.756.926 trabajadores. La subida salarial media es del 1,11%, un porcentaje cuatro décimas por debajo del 1,5% acordado como recomendación en el acuerdo de negociación colectiva (AENC)firmado hace poco más de un año entre las patronales CEOE y CEPYME y los sindicatos CCOO y UGT.

La acción de los sindicatos pasa por recuperar el poder adquisitivo perdido mediante la vuelta a subidas salariales más consistentes. En este sentido, CCOO reconoce que con un nivel de inflación en negativo (0,6% en julio) la subida salarial supone una "cierta recuperación" del poder adquisitivo de los trabajadores, aunque está por debajo de los compromisos alcanzados con la patronal porque aún hay muchos asalariados con sus sueldos congelados no solo en este año y el pasado sino en años anteriores, desde el estallidos de la crisis.

De los convenios registrados en los siete primeros meses del año, 166.577 trabajadores tienen congelación salarial y unos dos millones han tenido una subida inferior al 1,11%. Asimismo 3,6 millones de empleados han tenido un aumento superior a la media, según los datos extraídos por CCOO de la estadística de convenios del Ministerio de Empleo.

El sindicato valora también positivamente que en lo que llevamos del 2016 haya más convenios firmados y revisados de los que hubo el año pasado y que han disminuido las inaplicaciones respecto de años atrás.

MENOS TRABAJADORES

En todo caso esta mejora de la negociación colectiva tiene un lado oscuro y es el descenso en el número de empleados protegidos por un convenio. En el 2014 los acuerdos con efectos económicos firmados entre empresarios y sindicatos superaron en casi seiscientos a los del 2013 y afectaron a casi 40.000 empleados más. Las cifras aún provisionales del 2015 son muy parecidas a las del año anterior pero la diferencia es que hay 1.358.000 trabajadores menos protegidos que en los convenios del 2014.

Este año también se registra un menor número de empleados porque el año pasado se firmaron los convenios con mayor número de trabajadores. Por ello el número de personas afectadas por los 598 convenios registrados entre enero y julio del 2016 son bastante menos que las incluidas en los 555 convenios en el mismo periodo del 2015.