Las empresas de trabajo temporal (ETT) creen que el uso de las fórmulas de flexibilidad interna para combatir la crisis es todavía "marginal" y que es necesario fomentarlas como medida alternativa al despido.

Así lo señala el presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), Francisco Aranda, en un informe sobre la reducción de las jornadas laborales elaborado en colaboración con el Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (CEPREDE).

Según el documento, cerca de 4,4 millones de ocupados trabajaron menos horas de las habituales en el tercer trimestre y, de ellos, 130.000 lo hicieron a causa de la caída de la actividad (el 73% por paro parcial debido a razones técnicas o económicas y el 27% por regulación de empleo).

Del total de los 4,4 millones de trabajadores, en el 70% de los casos, la reducción de jornada fue por las vacaciones o días de permiso y festivos.

Además, 440.000 personas trabajaron menos por enfermedad, accidente o incapacidad laboral, 108.000 por permiso de maternidad, 93.000 por razones técnicas o económicas; 77.000 por cambio de empleo; 39.000 por razones temporales y 35.000 por regulación de empleo.

De todas estas razones, las que más aumentaron en el último año fueron las que se debieron a regulación de empleo (que crecieron el 1.952,9%), con 33.200 ocupados más en esta situación, y el paro parcial por razones técnicas o económicas (el 100%) que afectó a 46.400 trabajadores.

El informe señala que ambas causas están estrechamente relacionadas con la crisis económica y que las ramas de actividad más afectadas por razones técnicas o económicas son la construcción, con el 25% e los trabajadores afectados, la industria manufacturera, con el 20,8%, y el comercio, el 11,1%.

Con respecto a los ocupados que trabajan menos horas de las habituales por una regulación de empleo, la gran mayoría, el 77,4% se concentra en la industria manufacturera, frente al 6% en el transporte y almacenamiento, el 5,7% en el comercio, y el 3,7% en la construcción.