El proceso por el que discurre la oferta de adquisición (OPA) de Endesa por parte de Gas Natural vivió ayer dos nuevos episodios del enfrentamiento que mantiene la eléctrica con todos los organismos reguladores. La multinacional energética anunció que recurrirá ante el Tribunal de Luxemburgo la decisión de Bruselas de ceder a las instituciones españolas de la competencia la aprobación de la OPA. Además, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió suspender la cotización bursátil de la compañía toda la mañana por un tira y afloja sobre su política de dividendos.

La promesa de jugosos beneficios para sus accionistas es la pieza clave de Endesa en su estrategia para contrarrestar la OPA de Gas Natural. Altos cargos de la eléctrica calificaron de "impresentable" la suspensión de la cotización de acciones que se produjo desde la apertura de la bolsa hasta las 13.40 horas. A su juicio, la decisión de la CNMV intenta cuestionar la legalidad de la promesa realizada por la firma que preside Manuel Pizarro a sus accionistas de entregar en cuatro años 7.000 millones de euros en dividendos si se mantienen fieles a la compañía.

Sin embargo, su consejero delegado, Rafael Miranda, no quiso ayer polemizar y prefirió atemperar los ánimos. Se limitó a explicar que le había "sorprendido" la decisión de la autoridad bursátil y que la razón de la suspensión tenía que responder a un "malentendido". Lo cierto es que, tras volver al parquet, la cotización de Endesa cayó a 20,97 euros (frente a los 21,24 euros del martes), por debajo del precio de la OPA, de 21,1 euros.

PAGO A CUENTA El "malentendido" comenzó cuando Endesa anunció a primera hora de ayer la decisión de distribuir un dividendo de 0,305 euros por acción, a cuenta de los dos euros por título que piensa repartir este año. Endesa quiere entregar a sus accionistas 1,2 euros por las plusvalías obtenidas de la venta de Auna y de otras empresas, más otros 0,8 euros de beneficios ordinarios. El dividendo a cuenta ya supone un incremento del 12,1% respecto al pagado a cargo de los resultados del 2004.

Miranda reiteró que no entendía el bloqueo de la cotización, ya que la información remitida a la CNMV siempre ha sido la misma. La ley permite al consejo de administración acordar el reparto de dividendos a cuenta y la junta de accionistas es soberana para aprobarlos. Detrás de estas afirmaciones subyacía la polémica que se suscitó cuando la CNMV recordó a Endesa que debía ser "pasiva" y no entorpecer la OPA de Endesa.

El vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, calificó ayer de "absoluta normalidad" la relación entre el regulador y Endesa. Arenillas negó que exista ningún tipo de encontronazo con la eléctrica que preside Manuel Pizarro. Explicó que la CNMV simplemente había observado discrepancias entre el hecho relevante comunicado por Endesa sobre el reparto y la información ofrecida a los analistas. De ahí, la decisión de suspender la cotización.

"UN SIMPLE ANUNCIO" El quid de la cuestión estaba en si el reparto de dividendos era "un anuncio" o "una decisión", según explicó Arenillas a este diario. La aclaración de que se trataba de "un simple anuncio" fue suficiente para que la CNMV permitiera la vuelta de Endesa al parquet, aunque casi cinco horas más tarde de lo normal.