El euribor, el paro o un mal cálculo de los ingresos han llevado a los ficheros de morosos a dos millones y medio de personas. La insolvencia de los ciudadanos, en niveles que triplican los de hace un año, es sin embargo rentable para las empresas que gestionan los datos de impagados, el cobro de deudas y asesores. Lo preocupante, según los expertos, es el incremento de hipotecas devueltas, que alcanzaban un saldo de casi seis mil millones de euros en el registro de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de créditos (Asnef-Equifax), y la acumulación de deudas por las familias.

El registro de morosos sobrepasaba en septiembre los 4,7 millones de operaciones impagadas, con un repunte cercano al 38% interanual, y el pronóstico es que el año termine con un incremento del 70%, dijo a Efe Luis Salvador, director comercial de Equifax, que gestiona el fichero en el que 345 bancos, cajas, financieras, empresas de telefonía y energía intercambian información sobre pagos incumplidos durante más de 90 días. Los inmigrantes acumulan dos de cada diez impagados, con una deuda media de 2.554 euros, mientras que los españoles son titulares de otros siete (una media de 2.932 euros) y uno corresponde a empresarios, aunque su saldo medio es muy superior, 16.136 euros. En total, dos millones y medio de morosos, con 20.450 millones de euros pendientes de pago.

"La gente está endeudada hasta las cejas, no piensa en imprevistos", sostiene el directivo de una empresa de gestión de cobro. "No me niego a pagar, pero ahora no puedo...", es su respuesta. Hacen promesas, incluso se plantea la renegociación de la deuda, con cuotas más bajas y alargando los plazos "pero, con hipotecas de 30 ó 35 años, ¿como se va a alargar?" La tasa de morosidad de créditos concedidos a empresas y particulares, alertaba el Banco de España, se ha triplicado respecto a las cifras de hace un año, y también se ha triplicado en cuestión de préstamos de vivienda, según la Asociación Hipotecaria Española.

En la misma proporción se han elevado las consultas sobre impagados y vivienda que atienden diariamente en Legálitas. Pero si tradicionalmente en esos sectores un 70% de las consultas eran por dudas en la compraventa, comisiones bancarias, retrasos del promotor o defectos en el piso, ahora son sobre "cómo rescindir el contrato de compra" antes de recibir las llaves, porque no pueden afrontar los pagos, dijo a Efe el abogado Ricardo Nogales.

Inmigrantes y separados

En esta coyuntura, los inmigrantes, que compraron pisos hace pocos años y a precios muy altos, son un colectivo especialmente perjudicado por la subida de tipos y el desempleo -afirma el abogado-, "pero también están en apuros españoles separados o divorciados, que no tienen la seguridad de los ingresos y gastos compartidos por ambos cónyuges". Pero antes que la hipoteca, los ciudadanos han dejado de pagar el coche, el móvil, el préstamo personal o la tarjeta de crédito, explica Luis Salvador.

La morosidad mensual en esos productos -señala- sigue subiendo, aunque el menor repunte -un 38%- se da en el "descubierto en cuenta corriente". "Y esto agrava el problema", agrega Salvador. "Antes el banco admitía un recibo de un cliente aunque no tuviera saldo. Ahora no soporta esa deuda, cierra el grifo y lo devuelve". Así que las entidades miran de reojo a sus clientes. Si hasta ahora recurrían al fichero de mora cuando un titular solicitaba un préstamo, ahora vigilan cómo van los pagos a las otras financieras, si el cliente devuelve otros recibos, por lo que pueda venir. Ello explica los 623 millones de consultas atendidos hasta septiembre.

A río revuelto...

Los gestores del registro de impagados amplían negocio con nuevos productos sobre riesgos o listados de "buenos pagadores". También bancos, financieras y empresas de telecomunicación buscan cobradores. La oferta de empleo ha subido entre un 20 y un 30% en septiembre, coinciden las empresas de trabajo temporal Adecco y Randstad. Se piden personas "con resistencia al estrés, con mano izquierda y orientadas a resultados". La mayoría de los clientes ofrecen formación propia, señalan desde Randstad.

Si la deuda es de menos de 90 días solicitan "personas que tengan empuje al teléfono y buen nivel de interlocución. Una persona espabilada, no importa la experiencia", explica a Efe Teresa Cerezo, responsable de selección de Adecco Call Center. Si el impago es más antiguo demandan "una orientación comercial, tienen que pelear con clientes a los que ya se les ha reclamado y ello exige experiencia". El pronóstico es bueno para el sector. "Tendremos más trabajo, aunque no es oro todo lo que reluce", precisa el secretario general de ANGECO. "Cuesta más gestionar y eso implicará una subida de tarifas (normalmente un porcentaje sobre la cantidad recuperada) para soportar un aumento de gestores". "Las familias suelen ser buenas pagadoras, pero a veces las circunstancias vienen mal", agrega José María Torres.

En asuntos industriales es más conflictivo. "Los empresarios retienen los impagos y acuden a los gestores cuando ya no hay manera de cobrar. El éxito es relativo", añade. Entonces -continúa- "es cuando aparecen esas otras compañías con medidas de coacción, que se plantan en la puerta de tu casa vestidos de pantera rosa". Los industriales están desesperados y lo que pretenden es violentar al deudor, "que se fastidie y que sufra".