En el Informe de la Comisión para el Estudio de la Obra Social las cajas de ahorros propugnan la autonomía de la obra social respecto del poder público. "No deben existir relaciones de tutela entre la Administración y su función al servicio del interés general y la obra social de las cajas", se afirma. Aunque se asume que las entidades darán servicio al interés colectivo, se destaca que se hará "sin convertir a las cajas en entidades gestoras de un servicio público de modo permanente".