Retrasar la jubilación anticipada de los 62 años a los 65 tendría una repercusión a corto plazo más importante que retrasar la obligatoria a los 67, según un informe de la escuela de negocios ESADE. ESADE señala que la reforma de las pensiones es fundamental pero que sería preocupante que, como resultado de las negociaciones que mantienen el Gobierno y los agentes sociales, saliera "una receta confusa" en esta materia. En su opinión, debería ampliarse gradualmente el periodo de cálculo de la base reguladora e incluir toda la vida laboral. Además, considera que debería aumentarse de forma progresiva la edad de jubilación, teniendo en cuenta que retrasar la jubilación anticipada de 62 a 65 años tendría una repercusión mayor a corto plazo que retrasar la edad dos años obligatoriamente. El informe concluye que la reforma de las pensiones no debe ser un hecho aislado y que debe formar parte de otras que contribuyan a aumentar la productividad de la economía.