Pese al fuerte rebote del martes en Nueva York, los brokers de la Gran Manzana aún tenían que poner en valor las vagas declaraciones que hizo Barack Obama en su primera intervención en el Congreso. El presidente no dejó claro las medidas que tomará para frenar la sangría del sector financiero. Con los nervios a flor de piel, la falta de claridad la acabaron pagando American Express, Citigroup y Bank of America, que retrocedían con fuerza antes del cierre en Europa, donde la banca ha tenido una jornada de menos a más.

La agenda macroeconómica de la Eurozona no deparó sorpresas. El PIB alemán se ha contraído el 2,1% en el cuarto trimestre, y el británico, el 1,5%, todo dentro de lo esperado. Y en EEUU, la venta de viviendas de segunda mano cayó el 5,3% en diciembre. El mercado inmobiliario sigue dando disgustos a ambos lados del Atlántico. El Ibex 35 se esforzó a última hora y finalizó con avances del 0,38%, hasta los 7.512 puntos, tras llegar a subir el 2% en la apertura. El avance se debió principalmente al empuje del BBVA y del Santander, que sumaron en torno al 2%, similar porcentaje que el obtenido por FCC y Telecinco. Entre los grandes valores del selectivo Iberdrola, Repsol y Telefónica repuntaron alrededor del 0,5%.

Por la parte baja, los cuatro puntos porcentuales que cedieron Endesa y Acciona bastaron para coronarlos como los peores valores del selectivo, aunque Abertis retrocedió el 3,68%. La empresa de concesiones puede ser presa de sus propios accionistas a corto plazo.

Bancaja, Banco de Valencia, Unicaja y CAM, que tienen el 5,5% a través de la sociedad Sitreba, han decidido repartirse ese porcentaje para tener las acciones de forma directa. Asimismo, por lo que respecta al mercado continuo, Cepsa se dejó el 25% tras confirmar el Santander que negocia la venta del 36% de la petrolera, y Vueling perdió casi el 3% tras presentar sus beneficios, positivos gracias a un crédito fiscal, aunque el resultado de las operaciones fue negativo.