El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, reveló ayer en Barcelona que la economía española terminó el 2006 con un crecimiento "en torno al 3,8%". Esa tasa "supera la de los siete mayores países industrializados" del mundo, afirmó. El producto interior bruto (PIB) español se situó en el séptimo lugar entre los países industrializados. En creación de empleo (casi 700.000 puestos de trabajo), ocupó el primer puesto. En cambio fue el país con mayor inflación, así como también el de mayor desequilibrio de la balanza corriente, con un déficit próximo al 8% del PIB.