La economía española crecerá este año el 3,1% y el año próximo el 2,8%, lo que supondrá un menor crecimiento respecto al 2005 (3,4%), debido a la continuada pérdida de competitividad del país, según las previsiones económicas de primavera de la Unión Europea (UE) presentadas ayer por la Comisión Europea.

Las nuevas estimaciones representan un recorte de 0,1 y 0,2 puntos respectivamente respecto a las anteriores previsiones de noviembre, y se alejan del crecimiento del 3,3% pronosticado por el Gobierno para este año. No obstante, el crecimiento económico español será muy superior al 2,1% y al 1,8% estimados para la zona euro en el 2006 y 2007, y al 2,3% y al 2,2% vaticinados para el conjunto de la UE.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, aprovechó la presentación de las previsiones de la UE para advertir de los "nubarrones" que amenazan el modelo económico español, pese a su elevado nivel de inversión y creación de empleo. Los principales problemas de la economía española son: la creciente pérdida de competitividad, la alta inflación, la baja productividad y el imparable aumento del déficit con el exterior, dijo Almunia.

INFLACION MUY ALTA La inflación española seguirá elevada, en el 3,6% en el 2006 y en el 3,1% en el 2007, muy por encima de la media de la zona euro (2,2% ambos años). Esto, sumado al menor crecimiento de la productividad respecto a otros países, conducirá a una nueva pérdida de competitividad internacional y a una reducción adicional de las cuotas de mercado exterior de las exportaciones españolas, precisa la Comisión Europea. El déficit comercial crecerá hasta el 9% del producto interior bruto (PIB) en el 2007.

Otro grave problema de la economía española, detalla el informe, es el elevado endeudamiento de las familias para comprar la vivienda. La deuda familiar alcanzará el 120% de los ingresos brutos disponibles del país en el 2006, mientras la tasa de ahorro quedará reducido a un mínimo del 9,6%. En la actual tendencia de subida de tipos de interés, esta situación conducirá a un aumento del coste mensual de las hipotecas y a una reducción paralela del consumo privado, con su correspondiente recorte en el crecimiento del país.

La construcción de viviendas también se frenará, lo que reducirá el nivel de creación de empleo al 2,7% en el 2006 y al 2,2% en el 2007. La tasa de paro continuará bajando, pero a un ritmo más moderado, hasta el 8,3% en el 2007. La Comisión Europea advirtió de la insuficiente competencia en el sector de servicios y en los suministros públicos en España, por lo que pidió reformas económicas y laborales.