España es el país de la Unión Europea (UE) donde los impuestos sobre el consumo tienen menos peso, según reveló ayer el informe Tendencias de la Fiscalidad en la UE, elaborado por Eurostat, el organismo de estadísticas comunitarias. La recaudación de los impuestos sobre el consumo representó en España el 9,5% del producto interior bruto (PIB) en el 2007, la cifra más baja de los 27 estados miembros. Este porcentaje es 1,6 puntos inferior a la media ponderada de la UE y 1,3 puntos más bajo que la media de la zona euro. Ese peso reducido es consecuencia de los bajos tipos de IVA y de impuestos especiales.

El informe constituirá un nuevo argumento para el Consejo Superior de Cámaras de Comercio y la patronal española, que reclaman al Gobierno que rebaje las cotizaciones empresariales a la seguridad social y que aumente, para compensar, el impuesto sobre el valor añadido (IVA).