España es el país que más cambios ha introducido en la legislación sobre despido improcedente y más ha rebajado los costes en los últimos 23 años, según se desprende del informe Perspectivas del empleo en la OCDE, elaborado por este organismo, que reúne a los estados más desarrollados del mundo.

Aunque Europa impulse la creación de una Constitución y sea un mercado único, está muy lejos de poseer legislaciones laborales homogéneas. Cada país tiene sus normas y fija sistemas de protección del empleo indefinido diferentes, que no se ciñen únicamente a otorgar al trabajador el derecho a percibir una indemnización cuando es despedido injustamente, sino que abarca otros aspectos, como la misma definición de extinción de un contrato, los plazos de preaviso, los periodos de prueba y la posibilidad de readmisión del trabajador. Esa es la dificultad que encuentran todos los estudios comparativos sobre los costes laborales extrasalariales.

COMPARATIVA Las dificultades que encuentra un empresario para echar a un trabajador en España están por debajo de las que existen en países como Suecia, Portugal, Noruega, Austria y República Checa. Aunque el rigor de la legislación española se encuentra dentro de una gama media de países, está a mucha distancia del Reino Unido, Suiza, Dinamarca, Bélgica, Australia y Canadá, que son países mucho más permisivos con los despidos y, por supuesto, estos países están a años luz de Estados Unidos, país donde el despido es prácticamente libre.

En la mayoría de países no se permite a los empresarios despedir a trabajadores por causas técnicas u organizativas, como sucede en España. Las legislaciones más parecidas serían la italiana y la francesa.

Lo normal es que el empresario tenga que demostrar poderosas razones de índole económica que, en el caso de Alemania, además deben estar pactadas con los trabajadores y conllevar medidas sociales, como programas de recolocaciones. En el lado contrario está el Reino Unido, país donde basta con que el patrón demuestre que ya no necesita más a un empleado para que éste sea despedido sin más negociaciones.

COMPENSACIONES MEDIAS Con respecto al coste de la indemnización, el informe de la OCDE no se limita a enumerar las cuantías que establecen las distintas legislaciones, sino que va un poco más allá, y llega incluso a comparar las compensaciones medias que recibe un trabajador que cuente con una vida laboral de 20 años de antigüedad por un despido improcedente.

En ese caso, España es uno de los países más caros, con una media de 22 meses de salario bruto, después de Suecia (32), Turquía (26) e Irlanda (24). Sin embargo, el informe reconoce que, en estos últimos 23 años, el empresario español ha visto cómo esta indemnización bajaba, desde una media de 32 meses a finales de los años 80.

LEYES COMPLICADAS Los datos de la OCDE resumen complejas legislaciones, ya que las normativas nacionales diferencian también las indemnizaciones que se aplican a los trabajadores en empresas de más o menos trabajadores --como en Italia-- o la edad del empleado y otras circunstancias concurrentes, como pasa en Francia y en Reino Unido. En Holanda es el juez el que fija la compensación económica.