Europa se enfrenta a una década complicada en materia de empleo. La ansiada salida de la crisis no será garantía de que las aguas vuelvan a su cauce. Solo será el inicio de una profunda reconversión hacia empleos de mayor cualificación, que amenaza a 12 millones de puestos de trabajo de categorías bajas en la Unión Europea (UE), de los que 1,2 millones corresponden a España.

El saldo neto esperado será de una creación de 7,2 millones de empleos en la UE y de 1,4 millones en España, según las previsiones de un estudio encargado por la Comisión Europea a Cedefrop para decidir las políticas laborales. El reto es reciclar a los trabajadores con poca formación para que ocupen algunos de los nuevos puestos, que en un 80% serán de cualificación media o alta.

Para España, el estudio prevé una suavización de la tendencia a la pérdida de empleos de baja cualificación iniciada en la década anterior. De 8,7 millones depuestos de trabajo básicos en el 2000 se pasará a 7 millones este año y a 5,7 en el 2020.