España ocupó en el 2002 el tercer puesto en inversión hotelera europea, a pesar de la caída generalizada en el sector. Según el último informe de la consultora Jones Lang LaSalle Hotels, el volumen de inversión español ascendió a 194 millones de euros (32.278 millones de pesetas), sólo superado por el Reino Unido (580 millones de euros) e Italia (229 millones de euros).

En España, el inversor privado local es el gran protagonista. Una de las acciones más destacadas el pasado año fue la compra de cuatro establecimientos de NH Hoteles por parte de Ponte Gadea, una empresa del propietario de Zara, Amancio Ortega. Las cadenas hoteleras han acaparado el 80% de la inversión registrada.

El informe destaca que en Barcelona, a pesar de haber abierto más de 1.200 habitaciones en el 2002, la rentabilidad del mercado hotelero creció el 3,5%, cifra muy superior a la media de las grandes ciudades europeas. Madrid no tuvo la misma suerte, ya que a pesar del incremento del 2,1% de la cifra de turistas, la rentabilidad cayó el 4% al bajar los niveles de ocupación y los precios.

"El mercado hotelero sigue experimentando un boom promotor, concentrado principalmente en Andalucía, ligado a proyectos de golf y residenciales, y en Levante, unido a los parques temáticos de la zona", según la consultora.