Las ayudas netas de la Unión Europea (UE) a España durante el año pasado equivalieron a 213,9 euros por habitante (35.590 pesetas), según explicó ayer la comisaria de Presupuestos, Michaele Schreyer, al presentar el informe sobre la distribución del presupuesto comunitario entre los países miembros.

Las ayudas brutas totales recibidas por España en el 2003 en agricultura, fondos regionales, fondo de cohesión, investigación, formación y demás políticas comunitarias ascendieron a la cifra récord de 15.842 millones de euros (2,6 billones de pesetas), lo que supone el 20,4% de las ayudas distribuidas por la UE. España es el país que más fondos recibe, pero esta situación cambiará a partir del 2007, con el nuevo marco presupuestario de la UE ampliada y las contribuciones españolas cada vez más elevadas a la UE.

EL CALCULO España aportó a la financiación del presupuesto comunitario 7.429 millones de euros, el 8,88% de las aportaciones totales de los antiguos 15 estados miembros. Esta contribución está formada por los derechos de aduana, las tasas agrícolas, un porcentaje de la recaudación del impuesto sobre el valor añadido, una aportación en función de la renta nacional y otra para cofinanciar el cheque británico (devolución parcial de las aportaciones británicas).

La contribución total española aumentó el 13,4% respecto al 2002 a causa de su mayor crecimiento económico y de su mayor inflación, ya que la aportación en función de la renta nacional bruta se calcula a partir de términos nominales.

Una vez deducida esa contribución al presupuesto comunitario, las ayudas netas europeas dirigidas a España en el 2003 totalizaron 8.733 millones de euros (1,45 billones de pesetas) y representaron el 1,21% de la renta nacional española.

A pesar de que España es el país que más ayudas recibe en términos absolutos, Irlanda, Portugal y Grecia reciben una ayuda más elevada en términos relativos. Irlanda obtuvo en el 2003 unas ayudas netas por habitante de 391,7 euros; Portugal, 333,4 euros; y Grecia, 305,3 euros.

PAISES RICOS Los principales contribuyentes netos al presupuesto de la UE fueron: Alemania (7.651 millones), Gran Bretaña (2.763 millones), Holanda (1.956 millones), Francia (1.910 millones) y Suecia (950 millones). En este sentido, la comisaria Schreyer rechazó las críticas de los países ricos por sus elevadas aportaciones a las arcas comunitarias y destacó que los países contribuyentes netos obtienen beneficios políticos y económicos por su pertenencia a la UE "muy superiores" a sus aportaciones anuales al presupuesto comunitario