Los consumidores españoles y los húngaros son los únicos de los principales países de la UE que moderarán su consumo en el 2008. Aunque mantendrán un alto nivel de compra, no lo aumentarán, a diferencia de lo que venía sucediendo en ejercicios anteriores. Los ciudadanos de España, Gran Bretaña y la República Checa no participan tanto en la "euroforia" que invade a otros países de la UE.

Ni los avisos sobre la desaceleración de la economía, ni la subida de los tipos de interés, ni el alza del precio del petróleo, ni el impacto de las hipotecas basura de Estados Unidos harán que los europeos consuman menos en el 2008. Eso es, al menos, lo que señala el observatorio anual que realiza Cetelem, banco filial de BNP Paribas, sobre las intenciones de compra en la UE. España se ha desmarcado y ha pasado de ser el segundo país más optimista de la Unión Europea a ocupar un discreto séptimo puesto. Aunque el futuro para los españoles es aún más halagüeño que para la media europea, la mayoría de los países mejoran en su ratio de confianza, mientras que España baja dos décimas.

DOS TERCIOS El descenso es mayor cuando la encuesta realizada por Cetelem pregunta por la intención directa de consumo durante los próximos 12 meses. Un 65% de los españoles estiman que comprarán más y el 23%, que ahorrarán más. Estos porcentajes suponen una bajada de nueve puntos y de un punto respectivamente respecto a las cifras correspondientes al 2007.

Visto por productos, la intención de consumo baja 10 puntos en lo que respecta a ocio y viajes, ocho en telefonía móvil, cinco en vivienda y cinco en automóvil. La previsión de compra únicamente sube someramente en la compra de motocicletas y en la de electrodomésticos de gama blanca.

Los hogares españoles soportan 6.516 euros de saldo medio de crédito al consumo, una cifra solo inferior a Gran Bretaña, con 12.857 euros, que supone el 10% de las deudas familiares. Estos créditos venían creciendo un 20%. En el 2007 se incrementaron un 14% y este año subirán el 8% o el 10%, según Cetelem.