La incertidumbre sigue marcando el ritmo de la bolsa española. A los malos datos de venta de viviendas de segunda mano y un número de despidos mayor del previsto en EEUU se sumaron las declaraciones de responsables del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Inglaterra, en las que aseguraron que tomarán las medidas necesarias para atajar la crisis de liquidez. Y todo ello, antes de que hoy se reúnan ambas instituciones monetarias para decidir el futuro de los tipos de interés. Ante estas noticias, el Ibex 35 frenó su racha de cinco jornadas al alza.

Así, el selectivo cerró con una caída del 2,4%, hasta los 14.240,10 puntos. Fue su octava peor jornada del año, aunque se mantiene todavía en terreno positivo. Las empresas constructoras, dada su exposición a los cambios en los tipos de interés, fueron las más golpeadas. Sacyr Vallehermoso cedió el 5,8%, ahondando todavía más en las pérdidas acumuladas en lo que va de año. Acciona y Ferrovial cayeron el 3,98%; ACS, el 3,95%, y FCC registró un descenso del 3,22%. La banca también sufrió por el nerviosismo del mercado. Bankinter encabezó las pérdidas del sector, con el 3,49%; seguido de Banesto, con el 2,86%; el Santander, con el 2,73%; el BBVA, que retrocedió el 2,27%; el Sabadell, con el 1,79%, y Banco Popular, con el 0,88%.

Los números rojos también llegaron a NH Hoteles, que terminó con una caída del 3,86%; seguida de Iberia, con el 3,59%, y de Gas Natural, que cedió el 2,46%. Entre los grandes valores, Telefónica perdió el 2,74%; Repsol, el 2,83%, e Iberdrola el 2,27%. Solo Endesa salió a flote y cerró con un alza del 0,03%. El resto de mercados europeos no fueron ajenos a la incertidumbre. Milán fue el más perjudicado y terminó con una bajada del 2,42%; seguido de París, con el 2,14%; Fráncfort, con el 1,73%, y Londres, que cerró con una pérdida del 1,66%.

En este contexto, el euro ganó posiciones. El cambio oficial del día se situó en 1,3588 dólares.