La actual campaña tabaquera será la última en la que los agricultores cobren las subvenciones europeas. Extremadura representa casí el 90% de la producción tabaquera nacional. La campaña --que muchos consideran de transición-- está siendo atípica por muchos motivos. Los primeros de ellos son climatológicos. La casi ausencia total de precipitaciones y un clima primaveral marcaron el inicio de la campaña, Aunque la calidad no se ha visto mermada. El embalse de Rosarito estaba bajo mínimos y tuvo que necesitar agua procedente de Toledo para abastecer las necesidades de cerca de 2.000 tabaqueros.

La Resposabilidad Social Corporativa se ha extendido a los agricultores y muchos de los secaderos ya se alimentan con energía generada por biomasa. Un ejemplo es la empresa extremeña SAT Tabaco Veganueva que proyecta una inversión de más de 600.000 euros en una primera fase en este tipo de instalaciones. Este plan permitirá la curación hasta 200.000 kilogramos de tabaco utilizando biomasa como combustible para alimentar los secaderos.

Pero si por algo ha destacado este año es por la entrada en escena de la transformadora italiana. Hasta entones el mercado se repartía entre la transformadora pública Cetarsa y Agroexpansión-World Wide Tobacco, la privada. Ahora ha llegado Mella SLR, una transformadora a la que le sale a cuenta pagar el transporte del tabaco desde Cáceres al norte de italia. En ésta, que ha sido su primera campaña la cifra de tabaco que comprará se acerca a los 3 millones de kilos, pero puede ser el comienzo de algo grande o por lo menos que anime el mercado. El transporte de los fardos de tabaco dura casi 24 horas. Cerca de 150 agricultores de dos cooperativas extremeñas han dado el paso con las esperanza de que por vez primera el kilo de tabaco pueda alcanzar el euro de precio.

Grosso modo, el tabaco genera 3.500 empleos directos y casi 1,5 millones de jornales, a los que hay que sumar aproximadamente otros 400.000 jornales en empresas de transformación y de servicios. El resto del tabaco español se cultiva en Andalucía, fundamentalmente en Granada

España es el tercer cultivador de tabaco de la Unión Europea, sólo superado por Italia y Grecia. Extremadura concentra el grueso de la producción en los valles del Tiétar, Alagón y Jerte donde se obtienen las variedades más extendidas: Virginia, Burley (procesable y fermentable), así como Kentucky y Havana.