La Seguridad Social logró en el 2003 duplicar el superávit previsto por el Gobierno y, gracias, a ello, el Estado cerró el año pasado con un "superávit histórico" equivalente al 0,6% del producto interior bruto (PIB), según anunció ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, acompañado por el secretario de Hacienda, Estanislao Rodríguez Ponga y el secretario de Estado de Presupuestos, Ricardo Martínez Rico.

En términos de Contabilidad Nacional (con los criterios de la UE), el Estado y sus organismos autónomos cerraron con un superávit de 4.758 millones (791.664 millones de pesetas), frente al equilibrio previsto.

Sin embargo, en términos de caja (ingresos menos gastos), el Estado registró números rojos de 4.132 millones, el 57% más que en el 2002. Además, el Estado invirtió 3.387 millones fuera del presupuesto financiero y la deuda aumentó en 7.519 millones (1,25 billones de pesetas).

La gran sorpresa llegó de la Seguridad Social que, en términos de Contabilidad Nacional, logró casi 300.000 cotizantes más de lo previsto. Ello ha permitido al Seguro un superávit del 1% del PIB, que ha cubierto el déficit del 0,4% del PIB registrado por el Estado y los organismos autónomos. RTVE, que por primera vez se incluye en las cuentas públicas, aportó un déficit de 618 millones. Los ingresos del Estado también evolucionaron mejor de lo previsto. El IRPF creció el 4,8%, pese a la rebaja del impuesto. El IVA, casi el 10%.

Montoro destacó que el superávit se destinará "a fortalecer la protección social", al tiempo que "anticipa nuevas bajadas de impuestos" y garantiza "mayor margen" para promover el crecimiento económico.