Los países europeos deben encontrar un punto común de forma "imperativa" en sus posiciones ante la reforma del sistema financiero internacional que debe tratarse y discutirse en la cumbre del G-20 en Londres el próximo 2 de abril. Esta reunión será la continuación de la realizada en noviembre pasado en Washington tras el agravamiento de la crisis financiera. El secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Bruno Le Maire, admitió ayer que "no hay aún un frente común".

Mientras, Lord Malloch- Brown, secretario de Estado británico para Africa y Asia, se entrevistó ayer en Tokio con el primer ministro japonés, Taro Aso, con el objetivo de establecer la agenda de la cumbre del G-20, que en esta ocasión estará presidida por el Reino Unido. El representante del Ejecutivo británico también buscó conocer los puntos de vista del máximo representante político de la segunda economía del mundo sobre la reforma del sistema financiero internacional.