La economía estadounidense creó 57.000 nuevos empleos en septiembre. Es la primera vez desde enero que el número de puestos de trabajo aumenta. En agosto se destruyeron 41.000, según los datos difundidos ayer por el Departamento de Trabajo.

Más puestos de trabajo no impidieron, sin embargo, que la tasa de paro permaneciera en el 6,1% alcanzada en agosto. Con todo, los expertos daban por descontado un ascenso hasta el 6,2%, como consecuencia de la eliminación de 30.000 empleos. "Aún nos encontramos en una situación cambiante. La tasa de paro no cae lo suficiente y la creación de puestos de trabajo se mueve hacia arriba y hacia abajo, sin demasiada consistencia", comentó Kathleen Camilli, economista de Credit Suisse en Nueva York.

DEPRESION LABORAL

El mercado laboral se halla en la depresión más larga desde la segunda guerra mundial. Desde marzo del 2001, se han perdido 2,7 millones de puestos de trabajo no agrícolas. Y aunque la recesión oficialmente acabó en noviembre de ese mismo año, no se habían producido incrementos significativos desde entonces.

Los datos de ayer parecen la muestra de un cambio de tendencia, pero aún son insuficientes para quienes consideran que la economía estadounidense necesita crear 125.000 empleos al mes durante varios meses consecutivos para mantener la tasa de paro suficientemente baja. "Una buena noticia es ganar 100.000 o 200.000, no 57.000", comentó Richard Yamamore, economista jefe de Argus Research.

Es más, la construcción --citada como el mejor indicador del mercado laboral después de un periodo de debilidad-- perdió 52.000 empleos. En septiembre, nueve millones de personas no tenían trabajo en EEUU. De ellas, 2,1 millones llevaban fuera del mercado más de 27 semanas.