El Gobierno de EEUU prepara un nuevo paquete de medidas para impulsar el despegue del empleo tras registrar el primer descenso desde el inicio de la crisis. Entre las medidas que se barajan se encuentra la posibilidad de reducir la carga fiscal para animar a los empresarios a impulsar contrataciones, presionar a los bancos para que suavicen los requisitos para la concesión de créditos a la pymes e incentivos fiscales para que los propietarios de viviendas mejoren la eficiencia energética de sus casas.

El presidente Barack Obama se reunió el jueves con legisladores, empresarios, sindicalistas, académicos y expertos financieros para abordar uno de los asuntos que más preocupa en EEUU, el desempleo, que se mantiene en el 10% tras bajar dos décimas.

No será hasta el próximo martes cuando el presidente estadounidense anuncie las líneas del plan que ha ideado junto con su equipo económico, encabezado por el secretario del Tesoro, Tim Geithner, para frenar la destrucción de empleo, cuando pronuncie un esperado discurso en Washington, en el prestigioso Brookings Institution, aunque ya han empezado a revelarse algunos de los detalles.

En su mensaje de radio de los sábados, Obama no entró en las propuestas concretas, aunque se comprometió a tomar el toro por los cuernos y a centrar sus esfuerzos en la lucha contra el desempleo y reforzar la economía a largo plazo para poner fin a la "tormenta" financiera, lo cual, aseguró, podrá compaginarse perfectamente con el trabajo que se está haciendo para reformar el sistema sanitario o lidiar con el déficit fiscal.