Botín salió nada más terminar la vista a la calle, a pesar de que su equipo de seguridad no había tenido tiempo de acercarle el coche. Posó ante las cámaras e hizo unas breves declaraciones en las que aseguró que le parecía bien la suspensión. "Me parecen razonables las decisiones que tome el tribunal". Tras expresar su confianza en la justicia, se negó a comentar si es una venganza de Rafael Pérez Escolar, que no le perdona que comprara Banesto.

Hizo estas declaraciones sin abrigo. Los periodistas, ateridos por los cero grados de la calle, le preguntaron el secreto: "Estoy muy joven, ¿no? Yo no tengo frío". Botín, de 70 años, se presentó en la Audiencia con un traje gris y corbata roja, el color del SCH.