El Parlamento Europeo logró ayer arrancar, tras una maratoniana negociación con los 25 estados comunitarios, un incremento testimonial de 4.000 millones de euros para el conjunto del marco presupuestario de la Unión Europea (UE) del 2007 al 2013. El compromiso, muy alejado de las reivindicaciones de la Eurocámara y de la Comisión Europea, evita el riesgo de parálisis financiera de la Unión y garantiza que los nuevos miembros del Este puedan recibir las ayudas previstas para modernizar sus países.

El compromiso, que debe ser ratificado por el Consejo de Ministros de la UE y por el pleno de la Eurocámara, implica 4.000 millones de dinero fresco adicionales al gasto máximo de 862.400 millones, pactados con fórceps por los líderes de la UE en la cumbre europea de diciembre. El pacto sólo fue posible mediante acrobacias financieras que desplazan fuera de la estructura del presupuesto una serie de gastos para satisfacer la exigencia de austeridad de los países contribuyentes.

El aumento pactado es tan limitado que no tendrá un impacto significativo en el desarrollo europeo y queda muy lejos del mínimo de 994.000 millones recomendado por la Comisión para asegurar el funcionamiento de la UE ampliada. Además, el gasto a partir del 2007 para una UE de 27 miembros (tras la incorporación de Bulgaria y Rumanía) representará un porcentaje del PIB europeo inferior al del presupuesto del 2006 con una UE de 25 miembros (1,05% frente al 1,09%).

DISTRIBUCION Los 4.000 millones adicionales se destinarán a: educación (800 millones), política exterior (800 millones), redes transeuropeas (500 millones), competitividad (400 millones), investigación (300 millones), cooperación territorial (300 millones), juventud y cultura (300 millones), salud y consumidores (200 millones) y ayuda a países vecinos (200 millones).