Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro celebrarán mañana domingo una reunión extraordinaria en Bruselas para analizar el durísimo programa multianual de ajuste económico de Grecia y decidir si se dan las condiciones para poder activar el plan de rescate financiero a ese país. El desembolso efectivo de los préstamos a Grecia aún requerirá una decisión adicional de los líderes de los países de la zona euro.

El Gobierno griego estaba ultimando anoche con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) los "últimos detalles" de esa programa de subidas de impuestos, recorte del gasto público y reformas económicas.

Ante las protestas de la población por el rigor del plan de ajuste, el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, advirtió de que está en juego la "supervivencia" del país y que es el único medio para obtener la financiación de sus 273.400 millones de deuda pública que le niegan los mercados y los especuladores.

"Las medidas económicas son necesarias para nuestra protección, nuestro futuro, para que podamos ser capaces de levantarnos", afirmó Papandreu, que hoy afrontará un Primero de Mayo muy tenso por la rebelión sindical contra el ajuste. Grecia debe recortar su déficit público del 13,6% del producto interior bruto (PIB) al 3% en el 2013.

La aplicación de ese plan de rigor sin precedentes permitirá a Grecia recibir 30.000 millones en créditos a tres años de los demás países de la zona euro a un tipo de interés que podría situarse alrededor del 5%. El FMI aportará otros 15.000 millones en préstamos también con un tipo de interés muy moderado.

APLICACION DEL CALENDARIO La entrega de los sucesivos tramos de los préstamos europeos y del FMI estará condicionada a que el Gobierno griego vaya aplicando escrupulosamente el calendario de medidas de ajuste previstas, según el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

Los 45.000 millones de créditos previstos cubren las necesidades de financiación de la deuda pública griega para el resto del año. En medios financieros se estima que habrá que ampliar la duración del plan de rescate para garantizar la estabilidad de la zona euro ante el comportamiento de los mercados. Por ello, los préstamos europeos y del FMI a Grecia podrían ascender al final a más de 120.000 millones en tres años. Otras fuentes comunitarias estiman que la aplicación del plan de ajuste podría permitir a Grecia volver a financiarse en los mercados.

La agencia norteamericana de calificación Moody´s rebajó ayer el nivel de solvencia de los bancos griegos, en lo que parece otro golpe premeditado a los esfuerzos europeos por preservar la estabilidad de la zona euro.