La expropiación constituye el mecanismo clave del anteproyecto de ley de suelo que el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno vasco, Javier Madrazo (Ezker Batua), presentó ayer. De hecho y según propone la norma, se podrán expropiar los pisos protegidos no utilizados como vivienda habitual por los propietarios. Además, los ayuntamientos decidirán el desarrollo de la vivienda en sus municipios con control sobre los propietarios de terrenos y los promotores privados.

"Será la ley más progresista de todo el Estado", aseguró Madrazo, satisfecho de cumplir por fin con el compromiso adquirido al inicio de la legislatura. El texto, que EB ha negociado con sus socios de Gobierno (PNV y EA), será aprobado el próximo martes y remitido al Parlamento para su debate y aprobación.

CONTRA LA ESPECULACION Un objetivo central de la ley es la lucha contra la especulación y el fraude. Así, y para garantizar el correcto uso de las viviendas protegidas, se establece la expropiación de aquellas que en lugar de utilizarse como residencia habitual, son alquiladas a terceros e incluso vendidas.

El anteproyecto aboga por potenciar el servicio de inspección encargado de detectar las irregularidades. Además, las instituciones podrán expropiar las viviendas de protección oficial vacías durante mas de un año cuando se encuentren situadas en áreas de regeneración urbana.

La ley incorpora novedades como las figuras del "agente edificador y urbanizador", que profesionaliza la expropiación y que permiten edificar parcelas lo quieran o no los dueños. Así, se prevé que los ayuntamientos saquen a concurso la urbanización de los terrenos elegidos para la expansión urbana.

Después, si el propietario no edifica antes de un año, los consistorios podrán expropiar el terreno y convocar un concurso público para la construcción de nuevas viviendas.