Falta visión a largo plazo en un mundo como el actual que es cambiante, multipolar y con nuevos equilibrios de poder. Esa es una de ideas que surgió ayer en el debate sobre liderazgo en el que participaron una larga lista de empresarios, exlíderes políticos y académicos. Fue en el marco de la quinta edición de las jornadas de reflexión y debate en Món Sant Benet (Sant Fruitós de Bages, Barcelona) organizadas por Esade y Catalunya Caixa bajo el título Liderar en tiempos de crisis.

"Hay algo disfuncional en nuestro sistema político. Desde todos los ámbitos se gobierna a muy corto plazo, mientras que otros lo hacen a largo plazo y, si no se cambia, nos ganarán", advirtió Javier Solana, exresponsable de la política exterior de la UE y actual presidente del Centro para la Economía Global y la Geopolítica de Esade, al referirse a la pujanza de nuevas potencias, como China.

En su opinión, tanto España como el resto de países europeos han tomado el camino equivocado, al incluir en sus recortes presupuestarios los apartados de la investigación y desarrollo (I+D) y la formación. Esos son precisamente, afirmó, los ámbitos en los que Europa puede ganar competitividad.

Y es que los cambios necesarios requieren liderazgos, de los que no solo carece Europa, sino también una economía tan potente como la californiana, según el expresidente del Gobierno, Felipe González. Para él, Europa "lleva al menos 10 años, desde que se lanzó la Estrategia de Lisboa, sin afrontar problemas estructurales que debería haber afrontado". Y los 27, dijo, no han admitido que ha fracasado esa estrategia, pese a que hay otros muchos problemas, como el demográfico, que "requieren un liderazgo político compartido".

González, con su sorna habitual, insinuó que los líderes que le encargaron un proyecto sobre el futuro de Europa ni siquiera se han leído el trabajo. "Comprendo que son 30 folios y debería haberlos resumido en un power point". Jordi Pujol destacó la importancia de tener personalidades como Solana o González.