La justicia alemana ha tenido que ocuparse de situaciones graves en los más diversos sectores, como en los principales bancos del país --el Deutsche Bank y el Commerzbank--, por sospechas de soborno y lavado de dinero, pero donde ha alcanzado el más alto nivel ha sido en los sectores inmobiliario y de la construcción.

Hace dos años, el regulador del mercado alemán (BaFin) abrió una investigación acerca de lo que se calificó como "el mayor escándalo por soborno del sector inmobiliario del país" en un caso que afecta a una cuarentena de las principales firmas de este ámbito y a la gestora de fondos Deka Inmobilien.