A menor credibilidad de la política económica, mayor necesidad de hacer un ajuste más profundo y con mayor anticipación. Este principio general forma parte del noveno informe sobre la economía europea realizado por Centro de Estudios Económicos de la Universidad de Múnich (CES) y el Instituto IFO de Investigación Económica (Informe CESIfo), presentado ayer. Aplicado a España, esto implica, por ejemplo, que el Gobierno está condenado a aplicar en el 2010 la subida del IVA, aunque perjudique la recuperación, porque su política económica "no goza de gran credibilidad". Así lo explicó ayer Xavier Vives, profesor del IESE y uno de los autores del Informe CESIfo, en su presentación en Madrid, en la Fundación BBVA.

Vives precisó que el informe, en el que han participado ocho economistas europeos, no analiza en detalle el plan de austeridad del Gobierno español. Pero dio su punto de vista: "El plan del Gobierno es igual de creíble que lo es en general su política económica. Es un plan ambicioso, desde el punto de vista del déficit. Se ha hecho el anuncio de un ajuste de 50.000 millones, pero no se ha explicado cómo conseguirlo". Según Vives, la credibilidad de la política económica de un país viene dada "por la capacidad del Gobierno para liderarla y por la consistencia en sus decisiones". También por la capacidad de pacto y de reforma de sus agentes sociales, "y en España es la que es", dijo.

MEDIDAS DE ESTIMULO El Informe CESIfo sitúa a España como el país de la zona euro que mayor volumen de recursos ha aplicado en contener los efectos de la recesión. El reto en todo el mundo es cómo replegar las medidas de estímulo sin dañar la recuperación aún frágil, según el director del informe, Jan-Egbert Sturm, profesor del Instituto Federal Suizo de Tecnología. España prevé reducir los estímulos al 0,6% del PIB en el 2010. Lo ideal, según el informe, es "anunciar aumentos en los impuestos asociados al gasto, como el IVA, por ejemplo, a un año vista". Pero España no se lo puede permitir. Y no tiene más remedio que seguir con la fecha del 1 de julio prevista para la subida del IVA, para compensar la menor credibilidad de su política económica, explicó. Según Vives, España habría podido subir los impuestos más tarde "si antes hubiera presentado un plan de reformas creíbles en mercado laboral, pensiones y administraciones públicas". De haber sido así, "los mercados se creerían que después habrá un crecimiento mayor", cuestión de la que ahora dudan, explicó.