¿Brotes verdes? ¿Rayos de esperanza? Los expertos pesimistas no los ven. El mayor exponente es el catedrático Santiago Niño Becerra. "Lo verdaderamente malo ni siquiera ha comenzado", dice en tono apocalíptico el autor de El crash del 2010 (Ed. Los libros del lince). Para él, lo peor no ha llegado porque "para cambiar el modelo productivo hace falta un cambio radical de mentalidad, una suma monstruosa de inversión, y mucho tiempo; no sirven las medidas del presidente".

Muy alejado de estos postulados, pero en el grupo de cautelosos, está el catedrático de Economía de Esade, Francesc Xavier Mena. En su opinión, las últimas iniciativas anunciadas por el presidente "podrían provocar una cierta reanimación de la economía y frenar la caída, aunque no supondrán el final de la crisis". Y es que el debate no pivota solo en torno a si se saldrá de la crisis y cuándo, sino en cómo. Y para Mena será en forma de "L", es decir, caída brusca y recuperación lenta.