Expertos en economía de la salud abogan por medidas de racionalización y control del gasto sanitario más que por concentrarse sólo en aumentar la financiación del sistema, que ha resultado insuficiente. También defienden reformas del copago de medicinas--contribución del usuario en la financiación-- ligadas, por ejemplo, a la renta del usuario.

Los profesores y especialistas en la materia de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Jaume Puig Junoy, Guillem López- Casasnovas y Vicente Ortún, han realizado un trabajo en el que afirman que "los problemas de sostenibilidad futura del sistema sanitario español no se resuelven sólo con un simple incremento de financiación --en la supuesta línea de nuestros referentes europeos--, sino que pasan sobre todo por prestar una mayor atención a cómo gastamos los recursos disponibles".

Los especialistas destacan que "un crecimiento del gasto público sanitario "no implica que la financiación pública de dicho gasto tenga que crecer exclusivamente con cargo al contribuyente, pudiéndolo hacer también el copago del usuario".

CAPACIDAD ADQUISITIVA En este sentido, López-Casasnovas apunta hacia un copago de medicamentos ligado a la capacidad adquisitiva, para hacer que la parte efectiva que financia el usuario, que actualmente es del 6,5%, se sitúe más cercana a la media de la Unión Europea (UE), que se encuentra en el doble. Los cotizantes pagan el 40% de los medicamentos incluidos en el catálogo de la Seguridad Social. Los jubilados, en cambio, no pagan, sea cual sea su nivel de renta, mientras que no existen excepciones para el colectivo de parados o para las familias numerosas.

Algunas autonomías, especialmente las que arrastran déficit en el ámbito de la sanidad, abogan por obtener una mayor parte del impuesto del tabaco, cuyos precios aún son de los más bajos de la UE, y del alcohol, o por aumentar su gravamen. Los expertos estiman que un incremento así debe ir acompañado de políticas públicas para reducir la adicción, incompatibles con un alza impositiva gradual.

LOS PELIGROS Si se pretende que el aumento resulte efectivo como barrera para nuevos adictos, existe el riesgo de impactar en la inflación con un producto del que se vende una media de casi un paquete diario por fumador. El tabaco pesa un 2,3% en el índice de precios de consumo (IPC) y las bebidas alcohólicas, un 0,89%.

Lo cierto es que el debate para mejorar el sistema sanitario español continúa abierto. Las autonomías cuentan actualmente con un presupuesto consolidado conjunto de más de 35.000 millones de euros (5,8 billones de pesetas) para sanidad, en torno al 5% del producto interior bruto español (PIB).

El modelo ha demostrado que cuenta con una financiación que se ha revelado claramente insuficiente. El sistema otorga a las autonomías el 40% de los impuestos sobre el tabaco y las bebidas alcohólicas, entre otros tributos. Según la liquidación del 2002, la primera cerrada con el actual modelo, las autonomías recibieron casi 2.300 millones (1.960 millones por el impuesto del tabaco y 323,8 millones por el del alcohol.