La crisis económica ha certificado que en el sector textil se cumple al pie de la letra aquel refrán de a río revuelto, ganancia de pescadores. En este caso, los pescadores son los fabricantes de ropa barata de China y otros países asiáticos, que han aumentado el 7% sus exportaciones a España a costa de otros competidores y de la propia industria española. Pero también están saliendo ganando las grandes cadenas de distribución como Zara o Mango, que han sabido adaptarse perfectamente al auge de la demanda de prendas low cost .

En un mercado en el que las importaciones globales descendieron el 10% en el primer semestre de este año, los productores chinos especializados en confección incrementaron sus ventas el 4%, hasta alcanzar los 1.344,3 millones de euros, y reforzaron su liderato.

Dos de los denominados tigres asiáticos, la India y Bangladesh, son los que han sacado mayor provecho con aumentos de sus exportaciones a España del 11% y del 15%, respectivamente.

El destino de estas prendas no son solo los mercadillos tradicionales, sino también las grandes cadenas textiles. "Este crecimiento se debe al interés de los grandes compradores de limitar sus costes de aprovisionamiento y de poder ofertar precios más bajos al consumidor", asegura en su último informe el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc).

El lanzamiento de líneas de ropa a precios adaptados a la actual situación de recesión económica por parte de las grandes marcas ha reducido la distancia con los mercados ambulantes, el segmento más barato hasta ahora. Los vendedores lamentan que la rebaja del precio, y en consecuencia del margen, les obliga a "trabajar el doble para ganar lo mismo que antes", afirma Jorge Ruiz, presidente de una asociación de venta ambulante. Pero admite que también compran algo más barato a los proveedores que venden ropa, principalmente de China.

TODO SOPLA A FAVOR El consejero delegado de una gran marca del sector admitía en un encuentro reciente con empresarios, que "ahora más que nunca los proveedores textiles están en China". Los fabricantes asiáticos "tienen todo a su favor, tanto el coste de producción, como el abaratamiento del transporte originado por el significativo descenso del precio del petróleo, un cambio de moneda muy ventajoso y la mayor demanda low cost ", explica Víctor Fabregat, director del Centro de Información Textil y de la Confección.

El crecimiento de la cuota de mercado asiática ha ido en detrimento de la industria local y de nuestros vecinos más próximos de Europa y del norte de Africa, que han sufrido fuertes descensos en sus ventas a España. En algunos casos de hasta el 21%.

Para Salvador Maluquer, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Industrial Textil de Proceso Algodonero (Aitpa), está claro que la crisis juega a favor de los competidores asiáticos, que se están beneficiando de una "transferencia de producción muy grande con pedidos que pierden los productores españoles", aunque China, la India y Bangladesh han de aceptar "unos contratos impuestos por las grandes cadenas a unos precios extraordinariamente duros".

DESTRUCCION DE EMPLEO En junio pasado, el sector textil había destruido 16.000 empleos en comparación con el mismo mes del 2008, con lo que se sitúa en unos 170.000. Hace solo cinco años, la industria textil española sumaba 243.000 empleados.

Además, la caída de la producción del 30% en tejidos y otros materiales y del 20% en confección indica, según Maluquer, que "se está destruyendo capacidad de producción con el cierre de empresas y otras que reducen su fabricación a la espera de si vuelven a tener pedidos".