El empresario italiano Roberto Colaninno, expresidente de Olivetti y Telecom Italia, confirmó ayer que desea implicarse personalmente en la crisis del grupo automovilístico Fiat. Colaninno presentó un plan industrial que incluye una inyección de 1.000 millones de euros (166.386 millones de pesetas) para tomar el 30% de la marca italiana y controlar su gestión.

El objetivo del empresario es conseguir posteriormente 4.000 millones de euros (665.554 millones de pesetas) por la venta de las actividades de Fiat fuera del sector de la automoción, entre ellas la aseguradora Toro o Fiat Avio. Los títulos de la empresa reaccionaron ayer con un alza del 1,5%.

La familia Agnelli, que controla el 30% de Fiat, se muestra dispuesta a negociar con Colaninno el plan de saneamiento, según el Financial Times . La intención del empresario es entrar en el capital del grupo de forma "amistosa", aunque ayer no descartó una operación hostil en la bolsa italiana. Fiat presenta un endeudamiento neto de 6.500 millones de euros (1,08 billones de pesetas) y ha aprobado un reajuste de plantilla que supondrá el despido de 8.100 empleados.

El grupo anunció ayer que las primeras medidas del plan han empezado a surtir efecto. La empresa redujo las pérdidas operativas de la filial Fiat Auto "de forma significativa" en el cuarto trimestre. La compañía perdió 1.163 millones de euros (193.506 millones de pesetas) entre enero y septiembre del 2002.