El gestor aeroportuario BAA, propiedad de Ferrovial, tendrá que vender en un plazo prudencial tres de sus siete aeropuertos británicos si el dictamen final de la Comisión de Competencia (CC) del Reino Unido ratifica en marzo de 2009 los resultados provisionales de su investigación, anunciados hoy. BAA deberá vender dos aeropuertos de Londres (probablemente Gatwick y Stansted) y el de Edimburgo o Glasgow para romper la situación de casi monopolio que tiene en el país, según el dictamen provisional de la CC, que es vinculante pero no final, ya que ahora se abre un proceso de alegaciones que durará hasta diciembre.

Aunque la CC admite que pueda haber cambios de aquí a marzo, el máximo responsable de la investigación, Christopher Clarke, afirmó en conferencia de prensa que la investigación lleva mucho tiempo y que las partes ya han tenido ocasión de exponer sus posiciones. La noticia no sorprende ni al sector ni a la propia BAA, ya que su presidente, Nigel Rudd, asumió hace unos días la eventual venta y declaró que tener que vender algún aeropuerto no era un "desastre", ya que varias compañías han mostrado interés por estos activos.

Estas muestras de interés fueron utilizadas por Clarke, entre otros argumentos, para asegurar que, de confirmarse la venta, BAA podría llevarla a cabo "relativamente rápido, en unos seis meses". "No es tan complicado", señaló Clarke, que añadió que fue mucho más compleja la privatización de BAA en 1987. Clarke, que afirmó que la Comisión tiene en cuenta la actual crisis crediticia y la dificultad de financiación, no descartó la posibilidad de que se imponga una fecha límite para la venta.

Los argumentos de la CC son acordes a la posición que han mantenido en los últimos meses tanto Ferrovial como BAA, que afirman que los aeropuertos son activos muy cotizados y que la venta no les supondrá ningún perjuicio financiero.

En los últimos días se ha hablado del supuesto interés de Manchester Airport Group, el segundo mayor gestor británico, la alemana Hochtief, Global Infrastructure Partners (fondo de GE-Credit Suisse), la australiana Macquarie y hasta la aerolínea Ryanair. Respecto a esta última, Clarke indicó que se estudiará si las aerolíneas cumplen los requisitos para ser potenciales compradores. Entre estos requisitos que impondrá la CC, la posición financiera de los compradores ocupará un papel destacado.

Clarke, que señalo que el hecho de que todos los aeropuertos formen parte en la actualidad de un único balance financiero reduce la competencia entre ellos, afirmó que BAA comunicó en su día que sus inversiones dependían de la refinanciación de su deuda. BAA anunció esta semana el cierre de un plan para refinanciar su deuda, por importe de 13.300 millones de libras (unos 16.770 millones de euros), hecho que Clarke calificó de "logro increíble".

Clarke también indicó que la Comisión analiza la posible venta de terminales aisladas, algo que ve "improbable", y que en ningún caso se permitirá que alguna compañía se haga con más de un aeropuerto. La CC justificó su dictamen de hoy en el hecho de que "hay problemas de competencia" en cada uno de los siete aeropuertos de BAA (los cuatro citados más Heathrow, Southampton y Aberdeen), "lo cual tiene consecuencias negativas para pasajeros y aerolíneas".

La propiedad común de los aeropuertos de Edimburgo y Glasgow y la de los tres de Londres impide, según la CC, que compitan entre sí, por lo que la venta aumentará los incentivos para invertir en ellos. La CC reconoce, sin embargo, que la venta no va a resolver, "al menos a corto plazo", los problemas de competencia, debido a las actuales limitaciones de capacidad, por lo que recomienda al Gobierno que los tres aeropuertos londinenses sigan sometidos de momento a regulación y pide modificaciones en el sector.

El regulador dice ser consciente de que la capacidad no podrá aumentar en Stansted hasta 2015 y en Heathrow antes de 2020, y admite que la política de planificación del Gobierno no ha contribuido a paliar la situación, aunque critica también que BAA no haya hecho una mayor presión antes.

El consejero delegado de BAA, Colin Matthews, adelantó que el gestor presentará oportunamente alegaciones en las que tratará de demostrar los "fallos" del análisis de la CC y el "carácter desproporcionado y contraproducente" de los remedios que propone. Matthews indicó que la Comisión se arriesga a crear "incertidumbre, retrasos y confusión en el momento más inoportuno".

Por su parte, gran parte de las aerolíneas que operan en los aeropuertos de BAA, entre ellas Easyjet, Ryanair y Bmi, mostraron su satisfacción por las conclusiones del informe.