El secretario general de CCOO durante los últimos ocho años, José María Fidalgo, dedicó ayer la mayor parte de su discurso ante el noveno congreso del sindicato a la crisis económica y a criticar al Gobierno por actuar para "el escaparate". La corriente que apoya a Fidalgo decía ayer tener el respaldo del 51% de los delegados para que su líder sea reelegido para un tercer mandato.

Fidalgo no dudó en esgrimir tesis próximas a la patronal CEOE y al PP respecto a la actuación del Gobierno frente a la crisis. Según dijo, el sindicato hubiera deseado "más reflexión y menos compulsión" del Ejecutivo para resolver los problemas de la economía así como "más cocina y menos escaparate". Y añadió que esta no es solo una crisis financiera ni económica, sino una crisis "también política, de gobierno de los intereses generales. Y tiene tanto fondo que es una crisis moral". Según Fidalgo, para salir de esta situación será necesario coordinar los instrumentos de supervisión y de control a las entidades financieras a nivel mundial y que la UE esté a la altura de las circunstancias para asumir el liderazgo de la recuperación económica.

AVISO PRESIDENCIAL El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, no pudo oír este discurso, porque fue pronunciado momentos después de que abandonase la sala. Era la primera vez que un jefe del Gobierno iba a la inaguración de un congreso de CCOO y aprovechó para decirles a los empresarios que "no deben llamar a la puerta del Gobierno" si pretenden moderación salarial o recortes de derechos sociales "porque vamos a mantenerlos y, su horizonte, es ampliarlos".