La carrera por ocupar el despacho de la secretaría general de CCOO comenzará oficialmente a mediados de este mes y no terminará hasta que el 8º Congreso Confederal del sindicato proclame a su nuevo líder, el 24 de abril. Sin embargo, el equipo del actual responsable, José María Fidalgo, asegura que parte con el 60% de los votos de los delegados sindicales.

Según los cálculos del equipo de Fidalgo, Rodolfo Benito, candidato alternativo a la secretaría general de CCOO, ha perdido la confianza de la mayoría de los delegados de Castilla-León, de Euskadi, de Galicia y de la federación de Actividades Diversas. Su representación ha caído al 50% en Castilla-La Mancha y en Aragón, aunque conserva una mayoría relativa en la federación agroalimentaria.

El grueso de las fuerzas con las que cuenta Benito se concentran en Madrid, Ceuta y en la federación de Construcción, aunque también hay que sumar apoyos minoritarios en diversas organizaciones. Benito le ha plantado cara a Fidalgo con un porcentaje de delegados que oscila entre el 17% y el 19% del total, cifra insuficiente para obtener la victoria.

El equipo de Fidalgo se ha propuesto acabar con el máximo baluarte de Benito, Madrid. Fernando Puig, actual secretario de Acción Sindical de CCOO, se ha presentado como candidato para gobernar en la comunidad.

El llamado sector crítico parte con un 22% de los votos, aunque en el anterior congreso logró el 31%. De momento, los críticos no se han posicionado a favor de Benito o de Fidalgo, pese a que el actual líder de CCOO está dispuesto a llegar a un acuerdo si respetan su programa de acción.