Después de las fiestas, especialmente si han estado acompañadas por excesos, vienen las resacas. Y eso es lo que le sucedió ayer al mercado de renta variable, que finalizó la sesión con un recorte del 3,32%. El Ibex 35 registró en la sesión de ayer la cuarta mayor caída del año después del despegue en vertical del 14,43% de la sesión anterior, el mayor incremento de los 18 años de historia del principal indicador bursátil español. Después de un festín como el del lunes, era de esperar que predominaran las recogidas de beneficios. La incógnita era hasta qué punto vencerían estas.

Lo cierto es que los inversores se decantaron masivamente por recoger beneficios, pero se logró salvar por los pelos la cota de los 10.000 puntos, aunque el indicador llegó a caer hasta la cota de los 9.700. El índice acabó en 10.008,60 puntos. Después de este resultado, las pérdidas acumuladas en lo que va de año se sitúan en el 16,18%.

Solo tres valores del Ibex 35 se libraron de los retrocesos durante la segunda jornada de la semana. Inditex y Ferrovial avanzaron el 3% y el 0,4%, respectivamente; mientras que Enagás, acabó igual que comenzó. Todos los grandes valores del Ibex cedieron terreno: Telefónica perdió el 3,69%; los títulos del Santander retrocedieron el 3,33%; los del BBVA, el 3,06%; los de Iberdrola, el 2,74%, y los de Repsol, el 1,38%.

Sacyr Vallehermoso lideró las pérdidas del Ibex al bajar el 5,41%. Le siguieron Bankinter, con un retroceso del 4,48%; el Banco Popular, con el 4,42% y el Banc Sabadell, con el 4,03%. En el mercado continuo, Testa Inmobiliaria fue el farolillo rojo, ya que sus acciones experimentaron un descenso del 7,98%. En el apartado de las ganancias destacó Inypsa, con un avance del 4,25%.

En Europa, con el euro a 1,27 dólares, casi todas las principales plazas europeas también registraron pérdidas, ya que Londres bajó del 0,99%; París, el 0,73% y Milán el 0,46%. Por el contrario, Fráncfort subió el 0,33 %.