BARCELONA. Nissan Motor Ibérica acabó el 2002 con beneficios a pesar de sufrir un recorte del 41% en la producción de la planta de Barcelona. La filial española tuvo un beneficio neto de 21 millones de euros (3.494 millones de pesetas), un 67% inferior al del 2001, con 1.502 millones de euros facturados. La compañía calificó el 2002 como "año de transición" por el cese en la fabricación de los modelos Patrol, Vanette Cargo y Serena, y el inicio de la fabricación de una furgoneta que también se vende con otras marcas. A. F.