La economía española y la europea hace tiempo que dejaron la crisis atrás. La frase parece exagerada, a tenor de los estados de opinión imperantes, pero es en gran medida cierta a juzgar por los indicadores económicos que se mantienen en el tiempo. El profesor de Economía del IESE Juan José Toribio considera que el análisis de la coyuntura española arroja resultados "sorprendentes" y muestran que España atraviesa "el mejor periodo coyuntural de su historia" si se compara con los 35 años anteriores, según publica en 'Comentarios de Coyuntura Económica' de la escuela de negocios. Su conclusión se apoya en el dato de crecimiento del PIB en el tiempo, que es armónico (con inversión), con precios controlados, equilibrado en términos de balanza comercial, y con creación de puestos de trabajo.

Pero obviamente no todo es positivo y sería de ilusos pensar que esos datos macroeconómicos dibujan una realidad económica de color de rosa. Las grandes magnitudes tienden a ocultar las crisis de las pequeñas y medianas empresas y la evolución de la distribución de las rentas. En términos macroeconómicos, Toribio reconoce riesgos en el horizonte, principalmente los derivados de la necesidad del ajuste del déficit y la deuda. El mismo foro de Davos celebrado recientemente alertó de que los buenos resultados de crecimiento económico en países occidentales han aportado mayores desequilibrios de rentas; los ricos son más ricos y los pobres, más pobres. Los defensores a ultranza de la economía de mercado advirtieron desde Suiza de que ese proceso desequilibrador se puede agudizar en el futuro como consecuencia de la robotización y del desarrollo extremo de la tecnología en los procesos productivos.

LOS ROBOTS NO SON EL ENEMIGO

Para el catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la UPF, Vicenç Navarro, culpar de la precarización actual de empleo a la tecnología o a la robotización es una falacia más del discurso imperante. Para este economista, "la gran precariedad existente hoy tiene poquísimo que ver con la introducción de nuevas tecnologías y mucho con el enorme poder que tiene el mundo del capital frente al mundo del trabajo (artículo publicado en el diario 'Público')".

DEMONIZACIÓN Y PRECARIZACIÓN

La precarización que acompaña al actual crecimiento económico ha estado precedida en los últimos tiempos por la demonización de contrapoderes básicos como los sindicatos, la clase política e incluso los medios de comunicación. Como consecuencia, las estructuras de defensa de los intereses de los trabajadores son ahora mucho más débiles que hace unos años y los salarios se han recortado drásticamente. En opinión de Navarro, "el hecho de que la precariedad sea menos extendida en el norte que en el sur de Europa se debe precisamente a que en el sur la clase trabajadora es débil y está dividida, y en el norte los partidos que tienen su raíz en la clase trabajadora son fuertes".

POTENCIAR LA DEMANDA

No es de extrañar que en esta situación coyuntural globalmente positiva los partidos de izquierdas y los sindicatos en España se hayan apresurado a demandar medidas para reequilibrar la situación y favorecer la subida de los salarios. Frente a los consejos del FMI de priorizar las políticas que incidan directamente en el crecimiento de PIB, los sindicatos reclaman medidas para mejorar la renta de los trabajadores y fortalecer la demanda interna.

DEMANDA SINDICAL

"Si ya hemos salido de la crisis porque como dice el FMI España sigue con su impresionante recuperación, ha llegado el momento de finiquitar estas reformas y repartir los beneficios de esa recuperación y recuperar los salarios como elemento clave para apuntalar esa recuperación. Y no de insistir en que sigan siendo los mismos, los trabajadores y trabajadoras de este país, los que aporten al crecimiento sacrificando sus salarios, sus pensiones y su calidad de vida", subraya UGT.

REACTIVACIÓN INDUSTRIAL

Y es que la industria de la eurozona crece al mayor ritmo en 69 meses, según el índice PMI. Este índice mejora de forma ininterrumpida desde julio del 2013, según los datos publicados por IHS Markit. En el caso de las fábricas españolas, se constata que están creando empleo al mayor ritmo desde 1998. El incremento de la demanda se refleja en los nuevos pedidos del exterior, que crecieron en enero al mayor ritmo de los últimos 20 meses.

¿NECESIDAD DE EMPLEOS DE BAJA CUALIFICACIÓN?

Ante los indicadores macroeconómicos positivos, algunos economistas insisten en que debe profundizarse en el modelo actual de crecimiento. El presidente del Instituto de Estudios Económicos, José Luis Feito, ha señalado que únicamente es posible reducir el paro masivamente creando "empleo de baja calidad", porque la mayoría del empleo que se destruyó durante la crisis fue de esta índole. "El crecimiento económico crea empleos de baja cualificación que son necesarios", por lo que en su opinión los sindicatos también deberían apoyar la creación de empleo, "sea cual sea el empleo que se crea".