La agencia de calificación de riesgo Fitch ha decidido subir la nota de España un escalón (desde BBB+ a A-), con lo que pasa de aprobado alto a notable bajo con perspectiva estable, tras constatar el limitado impacto de la crisis política de Catalunya en el conjunto de la economía del país.

En su informe, Fitch señala asimismo que la economía española sigue dando muestras de fortaleza, después de haber corregido desequilibrios macroeconómicos y haber profundizado en la reducción del déficit público.

Se trata de la primera de las tres grandes agencias que mejora la nota a España desde el 2015 -cuando S&P elevó su calificación- y la primera que devuelve al país al nivel de las "A" que perdió en el 2012.