Mes y medio después de que España empezase a sufrir enormes especulaciones sobre su solvencia como país con las consecuentes tensiones financieras, el Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldó e incluso elogió con autoridad las medidas anticrisis del Gobierno.

El director gerente de este organismo, Dominique Strauss-Kahn, destacó tras entrevistarse ayer con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero la "enorme confianza" que se desprende de unas medidas "eficaces" para la reducción del déficit y que, sentenció, "sientan las bases para dos décadas de crecimiento".

La visita de Strauss-Kahn a Madrid --atendiendo a una invitación del jefe del Ejecutivo-- se produjo en el contexto más favorable para aplacar la ira de los mercados y con un Zapatero instalado en un ambiente económico y financiero más confortable. En las últimas 24 horas, el Tesoro ha logrado colocar nuevas emisiones de deuda, aunque a un alto interés. La bolsa recibió esta noticia con subidas, así como que el banco Santander y el BBVA son los más sólidos de la Unión Europea (UE).

Con ello, la bendición del FMI a la política de Zapatero y a la solvencia de la economía española estaba asegurada. No obstante, ambos dirigentes mostraron una percepción distinta sobre los resultados del ajuste.

Para Zapatero, las medidas para recortar el déficit al 6% en el 2011 tienen la fuerza esperada, "no deberían de afectar a la recuperación económica y al mantenimiento del crecimiento" que se ha detectado en el primer trimestre de este año.

EL PAIS DE LA MOVIDA Por el contrario, el director del FMI, sin darle excesiva importancia, dijo que era "posible" que algunas medidas "ralenticen el crecimiento". A cambio, disipó cualquier duda sobre el "potencial" de la economía. Cómo no va a salir España de la crisis, vino a decir Strauss-Kahn con humor. "Es el país de la movida de la que tanto se habla", agregó.

El que fuera ministro de Economía de Francia entre 1997 y 1999 y rival de Segoléne Royal en las primarias del partido socialista francés para las presidenciales del 2007 (fue derrotado por Royal), cerró en Madrid una gira de consultas que le había llevado antes a París y Roma. En Madrid reconoció que trataba de aliviar la preocupación que existe en todos los ámbitos y trasladar confianza en la economía española que, apuntó, no está tan mal como se dice.

DIFICULTADES EUROPEAS La conclusión de Strauss-Kahn es que Europa tiene más dificultades para salir de la crisis que Asia y Latinoamérica, que obtienen mejores resultados, y que Estados Unidos, "no va mal".

En todo caso, la receta es para todos igual --reducción del déficit a marchas forzadas para asegurar el crecimiento--, aunque el director del FMI apuntó que la sostenibilidad fiscal se desarrollará a "distinto ritmo" según de qué país se trate. En su opinión, los déficits públicos europeos no tienen que ver con los planes de estímulo. Sin estos, "la crisis sería más profunda".

En una rueda de prensa conjunta tras una reunión "interesantísima" de más de una hora, Zapatero agradeció los "consejos, sugerencias y reflexiones" de Strauss-Kahn, y su ayuda para acallar a los especuladores. "No hay que hacer caso de los rumores; al final se imponen los datos objetivos", dijo satisfecho. De las medidas tomadas por Zapatero, la reforma laboral fue la más alabada por Strauss-Kahn.

Es la reforma laboral más importante de todo el periodo democrático", afirmó Zapatero. El presidente apuntó otras dos reformas pendientes para completar el cuadro que le permite aumentar la confianza y la credibilidad en sus acciones: la del sector servicios y la energética. "España demostrará que puede salir de la crisis reforzada y contribuyendo a la recuperación de toda la UE", subrayó