El déficit fiscal de España ascenderá a un 12,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) este año y a un 12,5 por ciento el siguiente, medido en paridad de poder de compra, según vaticina hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI). El resultado de las cuentas del Estado dará un giro brusco debido a la recesión y a los programas de estímulo del gobierno, según las cifras del Fondo.

En 2007 hubo un superávit del 2,2 por ciento del PIB, mientras que en 2008 se registró un déficit del 3,8 por ciento. En sus estimaciones, el organismo usa un PIB calculado en base a la paridad de poder de compra (PPP, en inglés), que elimina las distorsiones por las diferencias en los niveles de precios.

El FMI divulgó sus nuevas cifras en un informe sobre la economía europea presentado en Estambul, en vísperas de la Asamblea Anual conjunta con el Banco Mundial, a la que asistirá la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda de España, Elena Salgado.

En el estudio, la institución destaca que el aumento del desempleo ha sido mayor en España que en los países vecinos y que en otras recesiones porque la crisis mundial ha coincidido con el fin de un boom de la construcción "extraordinario pero insostenible".

El FMI prevé que la tasa de paro suba al 20,2 por ciento el próximo año.

Los trabajadores que más han sufrido hasta ahora son los que cuentan con contratos temporales, que ascienden al 25 por ciento de los empleados en España, una cifra muy alta, según el FMI.

El organismo explicó que las empresas han optado por no renovar los contratos de este tipo de trabajadores o despedirles.

Mientras, dado "el alto nivel de protección y la baja flexibilidad de los salarios en general" muchas pequeñas y medianas empresas afrontan la bancarrota, en vista de la magnitud de la crisis, advirtió.

El FMI achacó esa falta de flexibilidad en parte a la fortaleza de los sindicatos, al resultado de las negociaciones colectivas y a la vinculación de los sueldos a la inflación.