Unidad. Este es el mensaje que los rectores de las economías mundiales quieren enviar a los mercados antes de que abran el lunes. Para ello intentan demostrar que los países toman decisiones importantes en coordinación. Unas medidas que, como dijo George Bush ayer en una reunión con el G-7 en la Casa Blanca, requieren tiempo. Pero el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo Comité Monetario y Financiero también se reunió ayer, alertó de que las decisiones adoptadas no han sido suficientes. "Las medidas aún no han logrado su objetivo de estabilizar los mercados y robustecer la confianza", dijo el director del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn.

La reunión del FMI se celebró en un ambiente de "gravedad", según Strauss-Kahn. Al margen de ofrecer su ayuda a los países que la requieran y estudiar mecanismos para que no vuelva a suceder, el FMI insistió en que la crisis necesita un enfoque global. Por eso apoyó el plan que el G-7 adoptó el viernes, en el que las potencias económicas se comprometieron a impedir la quiebra de bancos importantes, asegurar los fondos de garantías de depósitos y tomar medidas para que los bancos se recapitalicen con fondos públicos y privados.

Anoche (madrugada de hoy en España) iba a reunirse el G-20 (el G-7 y las economías emergentes y la UE) para seguir enviando un mensaje de unidad y de coordinación.