España fue a principios de año una de las sorpresas para los analistas del Fondo Monetario Internacional. Su previsión de crecimiento aumentó más de medio punto en verano y ahí se ha quedado pese a las turbulencias en las bolsas o la desaceleración de los mercados emergentes. En su último diagnóstico de la economía mundial, el organismo internacional vuelve a situar a España al frente del crecimiento en las economías avanzadas. Cerrará el año con unalza del 3.1% del PIB, un ritmo que dobla la media de la eurozona y que está por encima de Estados Unidos o Gran Bretaña. De los países que estuvieron en la uvi, solo Irlanda y Malta crecen más rápido. Son buenas noticias para el Gobierno a dos meses de las generales, aunque el Fondo enfría su euforia rebajando en dos décimas las previsiones del ministerio de Economía.

El contexto global no es el mejor. Aunque las economías avanzadas seguirán repuntando ligeramente, el paso de los emergentes, que ejercieron de motor para salir del agujero de la Gran Depresión, vuelve a ralentizarse por quinto año consecutivo. "Seis años después de que el mundo emergiera de su más amplia y profunda recesión desde la posguerra, la vuelta a una expansión global robusta y sincronizada sigue mostrándose huidiza", dice el informe presentado esta mañana en Lima (Peru), donde el guardián de las finanzas internacionales celebra esta semana su Asamblea de Otoño. La economía mundial crecerá este año un 3.1%, tres décimas menos que en el pasado ejercicio, pero la previsión es que mejore en el siguiente.

La eurozona no está para tirar cohetes, pero se va alejando de la recesión. El Fondo prevé que continúe poco a poco levantando cabeza, arrastrada por los bajos precios del petróleo, las políticas de estímulo monetario y la depreciación del euro. "Al mismo tiempo -añade—su potencial de crecimiento sigue siendo débil como resultado de los legados de la crisis, pero también de la demografía y la caída del factor total de la productividad". El envejecimiento de la población aparece mencionado en el informe. Esta Europa vieja rejuvenece o muere. La generosidad de Alemania hacia los refugiados es algo más que un hermoso gesto de humanidad de Ángela Merkel.

DESACELERACIÓN EN EL 2016

La previsión del FMI para España en 2016 apunta a un crecimiento del 2.5%. Pese a la desaceleración, seguiría por encima de Francia (1.5%), Alemania (1.6%) o Italia (1.3%). También crece el crédito a las empresas y los hogares tras tocar fondo en 2014, aunque lo hace todavía por debajo de la media europea. Y el paro seguirá menguando, especialmente este año, en que caería 2.7 puntos hasta 21.8% de la población activa, menos de lo que se prevé el siguiente, en el que rondaría el 20%. El Fondo constata que España es el país de la eurozona donde más ha mejorado la productividad. Seguramente porque se contrata poco, bajan los salarios y se trabaja más. Solo Grecia supera los récords españoles de paro. Su torturada economía sigue en recesión aunque a finales del 2016 podría empezar a vislumbrar un futuro sin números rojos, según los análisis del Fondo.

Pero la verdadera preocupación del organismo que dirige Christine Lagarde ya no está en esa Europa a medio hacer, sino en laseconomías emergentes. El proceso de transición china de una economía de exportación e inversiones a una economía de consumo tiene a medio mundo angustiado. Pero hay otros factores que repercuten en las economías en desarrollo, desde la depreciación de las materias primas, a las turbulencias políticas o las fugas de capital extranjero ante la perspectiva de una subida de tipos de la Reserva Federal, con la presión que eso supone para sus divisas. "Los riesgos de recaída han aumentado, especialmente en los mercados emergentes y las economías en desarrollo", dice el Fondo.