El FMI rebajó hoy de nuevo sus previsiones de crecimiento para la economía española que, dijo, se contraerá en un 1,7 por ciento este año y continuará en recesión en el 2010. En diciembre, la entidad había pronosticado que el Producto Interno Bruto (PIB) español se encogería en por lo menos un 1 por ciento en el 2009, pero hoy bajó su cálculo ante el empeoramiento del entorno económico a nivel mundial.

Su pesimismo se extiende al 2010, el año en el que en su anterior pronóstico -que realizó en noviembre en ese caso- el Fondo Monetario Internacional (FMI) vislumbraba la recuperación, con un crecimiento del 0,8 por ciento. Ahora su vaticinio es la continuación de los números rojos, con un decrecimiento de la economía del 0,1 por ciento.

Los pronósticos del Fondo están en línea con los adelantados por la Comisión Europea hace algo más de una semana y son peores que los que maneja el Gobierno español, especialmente para el 2010. El Ministerio de Economía cuenta con una reducción del PIB del 1,6 por ciento este año y un aumento del 1,2 por ciento para el 2010.

No sólo España sufrió el tijeretazo del Fondo, sino que el organismo redujo sus previsiones de crecimiento en todos los principales países del mundo.

De forma colectiva, el planeta crecerá este año tan sólo un 0,5 por ciento, su menor cifra desde la Segunda Guerra Mundial, mientras que en el 2010 experimentará un repunte "gradual", hasta el 3 por ciento, siempre que los Gobiernos lleven a cabo intervenciones decisivas en la economía, indicó el FMI. "Una recuperación económica sostenida no será posible hasta que las operaciones del sector financiero sean restablecidas y se desatasque el flujo del crédito", dijo el FMI en su informe.

Actualmente, la política pública deja que desear, a su juicio, en vista de la incertidumbre que aún domina los mercados financieros.

En los países avanzados la inestabilidad continuará hasta que los Gobiernos tomen medidas enérgicas para reestructurar el sector bancario con la liquidación de bancos insolventes y la absorción de las deudas de mala calidad que intoxican los balances de las entidades financieras.

El FMI cree que Estados Unidos, el epicentro de la crisis, se contraerá un 1,6 por ciento este año, pero augura que la recuperación comenzará también aquí, con un crecimiento del 1,6 por ciento en el 2010. Mientras, en la zona del euro la recesión restará 2 puntos al PIB de sus miembros este año, que en el 2010 crecerán un 0,2 por ciento.

La gangrena se extenderá también a los países emergentes, donde el crecimiento se ralentizará "drásticamente" desde un 6,3 por ciento en el 2008 hasta un 3,3 por ciento este año. Las naciones en desarrollo se resienten de la caída de la demanda de sus exportaciones y de los precios de las materias primas, así como de la dificultad para obtener financiación externa. China crecerá este año un 6,7 por ciento, frente al 9 por ciento del 2008.

Por su parte, el Fondo bajó en 1,4 puntos porcentuales el crecimiento de América Latina para este año, que registrará tan sólo un 1,1 por ciento. México, el país más vinculado a Estados Unidos, caerá en la recesión en 2009, cuando su PIB se contraerá un 0,3 por ciento.