El Ministerio de Fomento ha establecido un operativo junto con Iberia y otras aerolíneas para que al menos puedan volar a sus destinos en cuatro días --entre el 23 y el 26 de diciembre-- unos 6.500 de los 7.000 pasajeros de Air Comet bloqueados en las diferentes escalas que realizaba la compañía presidida por Gerardo Díaz Ferrán y que desde el pasado lunes ha dejado de operar. El coste de trasladar a esos pasajeros será de unos 6,3 millones de euros, explicó el miércoles la secretaria de Estado de Transporte, Concepción Gutiérrez. La cifra, que el Gobierno reclamará posteriormente a la compañía, incluye los servicios que se van a prestar a los pasajeros afectados, tanto en tierra como en el alquiler de cuatro aviones.

El operativo previsto incluye cuatro aviones fletados especialmente para la ocasión, además de los vuelos regulares de Iberia y Air Europa a diferentes destinos en Latinoamérica en los que se encajarán algunos pasajeros que responden a los criterios establecidos por Fomento para volar estos días: viajeros en ruta, estado de necesidad y quienes estando en ruta acepten viajar antes del 26 de diciembre.

DISPOSITIVO AEREO Iberia ha alquilado dos B-747 de Pullmantur, con capacidad de 477 plazas cada uno. Además, pondrá un A- 340, con más de 330 plazas y un A-330 de Iberworld, con una capacidad también superior a las 300 plazas que van a operar bajo el código de Iberia. Con estos cuatro aparatos se realizarán ocho vuelos en los próximos días, entre Madrid y Buenos Aires, Lima, Bogotá y Quito. El resto de los destinos, incluida La Habana, se cubrirán con los vuelos regulares de las compañías. En total tienen una capacidad para trasladar a 3.500 pasajeros. Los dos primeros vuelos partieron de Barajas el miércoles con destino a Argentina y Perú.

Respecto al resto de los afectados que habían comprado sus billetes para viajar en meses posteriores, y que según las agencias de viajes oscilan entre los 70.000 y los 100.000 pasajes, la representante de Fomento indicó que "son contratos entre particulares en los que nosotros no podemos entrar, porque no es un caso de emergencia y, además, no somos una agencia de viajes".

La actuación de las autoridades españolas, sin embargo, no satisface a todos los afectados por el forzoso cierre patronal de Air Comet. Un grupo de pasajeros cortó el miércoles durante más de media hora un tramo del vial de llegadas de la Terminal 1 del aeropuerto de Barajas, y se enfrentaron verbalmente a una unidad de antidisturbios, que finalmente logró desalojarles sin emplear la fuerza. Además, otro grupo de afectados decidió iniciar una huelga de hambre en la noche del 22 de diciembre.

De forma paralela, la empresa presentó el expediente de regulación de empleo (ERE) ante la Dirección General de Trabajo de la Comunidad de Madrid. El expediente propone la extinción del contrato de los 666 trabajadores de la aerolínea, de los que 650 están en Madrid y otros 16 en Palma de Mallorca. Los sindicatos USO, CCOO y UGT anunciaron que pedirán al ministro de Fomento, José Blanco, que utilice los slots --derechos de uso del aeropuerto-- de Air Comet para que la compañía que se los quede incorpore a los trabajadores de la aerolínea que se quedarán sin empleo por la insolvencia.

ENTREVISTA Díaz Ferrán justificó el miércoles el cierre --forzado por un juez británico al inmovilizar los aviones-- por la falta de solvencia de la empresa. Explicó en una entrevista radiofónica que Air Comet había recibido 143 millones de euros de otras empresas del grupo, una cifra "astronómica" que, a su juicio, no puede aumentar, porque peligraría el empleo de las otras compañías.

"Ante la situación vivida por esta compañía, que en estos tiempos estaba sufriendo huelgas, yo mismo no la hubiera elegido para volar a ningún sitio", añadió Díaz Ferrán. El empresario aseguró no saber cuántos billetes habían vendido y dijo no que no podría cumplir el compromiso con los pasajeros.